ABDEL.

Me llamo Abdel, vivo en  Alepo (Siria). Somos una familia pobre, no tenemos nada solo un par de cabras donde sacamos la leche para venderlas. Estaba un día en mi casa junto a mis hermanos y mi madre, mi padre se encontraba en el mercado vendiendo los productos. Entró por la puerta un hombre de la milicia, me cogieron y me llevaron con ellos.Yo estaba cagado pero sabía que vendrían a buscarme.
Como suponía, mi padre  Abbud vino a buscarme rápidamente, lo vi llegar al punto donde se encontraba la milicia y me dio mucha alegría verle.Llevaba la ametralladora que encontramos y se montó en el camión.
Llegamos a Israel y vi que mi padre iba a disparar contra el miliciano, mató a uno de ellos. Yo cogí su arma y le salvé la vida, matando al otro de un disparo en la cabeza. Mi padre me dijo que estaba orgulloso de mi, los demás niños también lo estaban. Volvimos al pueblo y vivimos para siempre.


                  DIÁLOGO
Cuando íbamos todos los niños en el camión, todos teníamos mucho miedo pero yo sabía que mi padre nos iba a salvar a todos, y empecé a consolar a todos diciendo que nos iban ayudar. Cuando mi padre nos salvó todos se lo agradecieron y lo que empezó mal acabó bien.

-Niño 1: Abdel tengo miedo ojalá alguien nos ayude.
-Niño 2: Es verdad ojalá nos ayuden por dios. 
-Abdel: No os preocupéis, mi padre nos va ayudar.
-Niño 3: A ver si es verdad Abdel.
-Abdel:Claro que va a ser verdad, ahora veréis.
-Niño 2:Eso es imposible Abdel.
-Abdel: No es imposible, yo lo vi montarse en el camión.